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¿Debo registrar mi libro antes de publicarlo?

Como ocurre en todas las profesiones, en el negocio editorial también existen las malas praxis, y en consecuencia, no son pocos los autores que han sufrido las consecuencias de toparse con editores sin escrúpulos que han hecho un uso fraudulento de sus obras, o que no han protegido lo suficientemente sus derechos de propiedad intelectual, dando lugar a episodios desagradables.

Muchos de esos escritores, a la hora de contactarnos para que evaluemos su manuscrito, nos preguntan si, antes de proceder a enviárnoslo, deben registrarlo o protegerlo de algún modo. Nosotros siempre respondemos que NO, ya que, por nuestra parte, como editorial tradicional que somos, podemos asegurar que dicho manuscrito será tratado con celo, así como que nuestra intención no es echar por tierra una labor realizada a lo largo de meses o años.

Sin embargo, esto no son más que «palabras», y a la larga los autores se ven en la coyuntura de tener que depositar su confianza en nosotros, hecho que podría verse perjudicado por culpa de muchos factores, desde errores en el envío a la intervención de hackers informáticos.

Afortunadamente, en la actualidad, contamos con un gran número de fórmulas para registrar una obra de manera urgente y eficaz. De hecho, se trata de una tarea que podemos realizar en unas pocas horas (e incluso minutos), obteniendo a cambio la seguridad que otorga saber que nuestro manuscrito se halla a salvo.

1. Los derechos de autor

Imagine que, mientras navega por la red, se topa con un libro con un título similar al suyo. Intrigado por conocer sus características, decide adquirirlo y rápidamente se dispone a leerlo.

Esa manera de introducir la historia, esa ambientación, esos personajes… No es que le recuerden a su obra, más bien parece una copia casi idéntica de la suya.

¿Cómo es esto posible? Y lo que es más importante, ¿qué puedo hacer para solucionarlo? ¿Debo denunciar a la plataforma donde adquirí el libro fraudulento? ¿Acudir a la policía? ¿Presentar una reclamación en la oficina del consumidor?

Aunque parezca mentira, este tipo de situaciones no son tan infrecuentes, y el mejor modo de evitarlas es conocer en qué consiste la propiedad intelectual, así como la manera de protegerla.

Para empezar, los derechos de autor —equivalentes al copyright en los países angloparlantes—, son el derecho legal exclusivo de imprimir, publicar, interpretar, filmar o grabar material literario, artístico o musical.

Si nos referimos a los textos literarios, ya al iniciar el proceso de escritura, el autor es dueño de su libro, y por tanto cuenta con la propiedad intelectual del mismo. Esto también permite que el propietario de esos derechos autorice a otros a utilizar su trabajo, pero obviamente no implica que un tercero pueda hacer uso de él sin su consentimiento.

Por tanto, si desea proteger esos derechos, debe ir más allá. Debe registrar su obra.

2. La importancia de registrar su obra

Pese a que, inicialmente, pueda parecer un asunto complejo, conocer los procedimientos que en la actualidad existen para proteger la propiedad intelectual es algo tan necesario como inteligente, de ahí que ningún escritor deba dejar este asunto de lado.

Asimismo, la protección de esos derechos no es un tema que únicamente interese a los autores autoeditados, sino también a aquellos que depositan su confianza en editoriales aparentemente serias.

Como ya hemos mencionado anteriormente, en la era de la piratería digital, nadie está libre de sufrir un ataque, por lo que hemos de poner todos los medios a nuestro alcance para proteger nuestro trabajo.

3. Fórmulas para registrar un libro

En la actualidad existen dos fórmulas para proteger la propiedad intelectual de una obra literaria.

La primera de ellas es acudir a un organismo administrativo nacional creado expresamente para ello. Nos estamos refiriendo al registro habilitado por cada país que podrá variar dependiendo de la comunidad autónoma donde resida.

La segunda es optar por un registro virtual a través de una empresa u organismo privado, el cual nos dará cobertura internacionalmente a través de Internet.

Ni que decir tiene que, para poder realizar este registro es necesario que su texto sea completamente original y que venga recogido en cualquier tipo de soporte conocido.

3.1. Organismos públicos

El principal organismo público dedicado a proteger el copyright de los libros es el Registro de la Propiedad Intelectual yfunciona en cualquier nación o país, siendo su principal función preservar las obras de los autores del posible plagio.

En España, dicho registro permite proteger todo tipo de textos (ya sea una novela, un cuento, un ensayo o un guion cinematográfico) pero no un concepto. En otras palabras, podemos registrar aquella idea que ya se encuentre desarrollada, no aquella que se halle en proyecto.

Eso sí, registrar un manuscrito en dicho organismo no es sinónimo de protección absoluta debido a las limitaciones con las que cuenta. El registro no posee autoridad judicial, pero sí ayuda a hacer valer nuestros derechos en caso de necesidad.

Para registrar una obra en España hemos optar por dos vías:

· Acudiendo a la oficina correspondiente con una copia de la obra (por lo general impresa y encuadernada).

· Haciendo la gestión de manera telemática a través de un portal web habilitado para ello.

En ambos casos hemos de rellenar una solicitud y pagar unas tasas. En el año 2020, el coste de dichas tasas era de 13,46 euros.

3.2. Registro en empresas u organismos privados

Más allá de la opción tradicional de acudir a un registro oficial y depositar una copia en papel ―sin duda un procedimiento obsoleto en la era digital―, es posible proteger los derechos de nuestra obra de manera online, lo cual no solo nos facilita el trabajo, sino que nos permite obtener cobertura no solo nacional sino también internacional. Y es que, desde su creación, las oficinas que registran los textos se ciñen únicamente al país donde reside el organismo oficial, lo cual limita su campo de acción. En las siguientes líneas analizaremos algunas de las empresas y organismos privados más populares que trabajan de manera online:

Safe Creative: Se trata de una iniciativa española ―Zaragoza es su base― cuyo objetivo es proteger los textos que los autores suben a su portal de Internet. Entre sus múltiples ventajas sobresale la económica. De hecho, su servicio básico permite registrar hasta diez obras al mes con un máximo de 5GB en total de manera gratuita.

· Copyright.es: Publicitada como la empresa líder en el sector a nivel europeo, en este caso no solo aceptan obras literarias sino también musicales, científicas o informáticas, las cuales son protegidas en los 164 países del convenio de Berna (Suiza). Al contar con un equipo jurídico profesional y ofrecer asesoramiento personalizado, el registro no es gratuito, existiendo planes desde 35 euros que permiten proteger la obra hasta un máximo de 30 años.

Registered Commons: Similar a Safe Creative en cuanto al uso de las licencias Creative Commons, su servicio permite registrar obras literarias, musicales, fotográficas, audiovisuales, e incluso páginas web, hasta un máximo de 7 años y de manera gratuita. Fue creada en 2006 por una asociación público-privada integrada por la Universidad de Ciencias Aplicadas de Vorarlberg, Austria, y una cooperativa de socios.

4. El consejo de Alma Mater

Aunque todas las opciones son perfectamente válidas, nuestro consejo es optar por la fórmula tradicional, esto es el Registro de la Propiedad Intelectual, si desea una cobertura nacional para su obra. En cambio, si prefiere que esta se extienda a nivel internacional, lo mejor es registrarla en Safe Creative.

No obstante, hemos de recordar que esta inscripción no es obligatoria. Usted puede acudir a la editorial con su manuscrito sin registrarlo previamente. Es más, si se trata de una empresa de confianza, seguramente no tendrá problemas de ningún tipo.

Empero, si va a optar por enviar su obra a varios editores a los que no conoce, o a presentarse a concursos literarios diversos, no está de más contar con la protección que le brinda registrar su manuscrito en el organismo correspondiente.

Además de lo expuesto, debe saber que existen otro tipo de registros que permiten salvaguardar la propiedad intelectual, si bien suelen gestionarse a posteriori, cuando la obra ya está en proceso de publicación. Estos son el código ISBN, necesario para poder comercializar la obra en punto de venta oficiales, la Sociedad General de Autores (SGAE) o el Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO).

Si desea aclarar alguna duda al respecto, no dude en dirigirse a nosotros. En Alma Mater estamos siempre dispuestos a atenderle.

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