Si eres escritor o pretendes dedicarte a ello, seguramente has escuchado en más de una ocasión el término «derechos de autor». Este se usa habitualmente en el negocio editorial y ha de ver con la cantidad que un editor paga a un autor por los derechos de publicación de su libro. También se les conoce como «regalías», y si bien es un concepto simple a primera vista, puede generar dudas entre los autores que comienzan. Por ejemplo:
¿Cuánto puedo ganar como autor?
¿Cuáles son los márgenes de beneficio de un libro?
¿Cuándo se obtienen los derechos de autor?
Como verá más adelante, los derechos de autor no han de ser un misterio. De hecho, son bastante fáciles de entender.
En las siguientes líneas explicaremos qué son los derechos de autor, cuánto pueden ganar los autores a través de ellos y cómo se pueden calcular.
1. Introducción
Antes de hablar de cuestiones económicas, debe saber que, cuando cede sus derechos para su uso por parte de la editorial, los cede en un formato específico para la venta. Normalmente, lo primero que se suele negociar es su soporte en papel. Sin embargo, no es raro que las editoriales deseen adaptarlo posteriormente a otros medios (como los libros digitales, por ejemplo). Por lo tanto, debería recibir un tipo de compensación económica dependiendo de cada formato en que se comercialice su libro. O lo que es lo mismo: para cada tipo de venta que desee realizar, deberá negociar un nuevo contrato o un contrato que incluya todas las fórmulas de venta existentes.
¿Cuánto dinero recibe un autor con la venta de su libro?
Cuando los nuevos autores escuchan que únicamente recibirán un pequeño porcentaje de los ingresos obtenidos por la comercialización de su obra, les surgen muchas preguntas. A pesar de las leyendas urbanas y las ideas infundadas, los editores no son los que más se aprovechan de este proceso. De hecho, los demás agentes que participan en el negocio suelen ganar un porcentaje mayor (caso del impresor o el distribuidor).
Basándonos en nuestra experiencia como editores tradicionales independientes, sabemos que este es uno de los temas que más inquietan a los autores. Sin embargo, si continúa leyendo, comprobará que existen varios factores que afectan el porcentaje de autor, los cuales determinan en última instancia qué importe debe pagar un cliente por adquirir un libro. Asimismo conocerá qué sucede con las regalías, quién es el agente que interfiere en ellas y por qué cada persona obtiene un porcentaje diferente.
2. ¿Qué son las regalías?
Como ya hemos avanzado, la regalía de un libro es la cantidad que un editor paga a un autor a cambio de los derechos para publicar su libro.
Las regalías se calculan como un porcentaje de las ventas de libros. Por ejemplo, un autor puede ganar un 10% de regalías por cada libro vendido en papel y un 25% por cada libro electrónico.
Las regalías son un concepto fundamentalmente ligado a las publicaciones tradicionales, donde los autores venden los derechos de su libro a un editor. Sin embargo, en la autoedición, las regalías no existen porque el autor fija los precios y decide el margen de beneficio.
Y es que, a pesar de que son una fórmula habitual para que los autores ganen dinero a través de la venta de sus libros, las regalías no siempre son la mejor opción. Ahora veremos por qué.
3. Métodos de pago de los derechos de autor
Existen múltiples métodos de pago por derechos de autor. A continuación, expondremos los dos más habituales:
- Anticipo de los derechos de autor: Hace unos años, este era el método más empleado por las editoriales tradicionales. Consiste en que el editor transfiere al autor un adelanto de los presumibles ingresos por la venta de su libro. Por ejemplo: si de una tirada de 2000 ejemplares, el editor piensa que el autor podrá obtener 1500 euros de beneficios, es posible que le adelante 1000, y más tarde, de hacerse realidad ese negocio, le hará entrega del resto. Esta fórmula, aunque interesante para el autor, desgraciadamente no es común en el mercado actual, ya que para llevarla a cabo el editor debe arriesgarse (si de esos hipotéticos 2000 ejemplares, únicamente se venden 300, el editor obviamente estará perdiendo dinero). En caso de llevarse a cabo dicho avance de los derechos de autor, el pago se calculará en función de las ventas que estime el editor del libro que publicará, y se pagará una cierta cantidad al autor antes de futuras ventas.
- Porcentaje por ventas: Es el método empleado por la mayoría de editoriales en la actualidad, salvo aquellas pertenecientes a los grandes grupos que pueden permitirse realizar adelantos. Al tratarse de unos beneficios previamente ingresados por el editor, este no se ve en la necesidad de arriesgar, de ahí que sea la fórmula ideal para los sellos independientes, cuya capacidad económica es menor. Dentro de este método resulta necesario distinguir los diferentes porcentajes de derechos de autor que existen en función del tipo de versión publicada. Por ejemplo: no cuesta lo mismo publicar un libro en tapa dura que uno de bolsillo, por lo que su PVP y presumibles ingresos también variarán.
4. Derechos de autor en función de la versión
Registrar el porcentaje real de ventas futuras en el contrato es mucho más sencillo que asumir un anticipo, porque este último es una estimación calculada entre el editor y el autor y recibida de forma fija.
Si se logra un pago por adelantado, debe tenerse en cuenta que este no es un monto adicional o mayor de regalías que se cobrarán posteriormente, pues el editor restará el pago por adelantado del pago restante.
En cuanto a los porcentajes, también varían de un editor a otro, pero son más o menos los siguientes:
4.1. Libro de papel
En el caso de los escritores desconocidos, los porcentajes suelen oscilar entre el 10% y el 15%, dependiendo de si el libro va encuadernado en rústica (tapa blanda) o cartoné (tapa dura).
Si además de desconocido eres un autor sin experiencia, este porcentaje puede ser inferior al 10% (6-8%) sobre todo si se trata de una editorial que ofrece la llamada «publicación conjunta» (esas que buscan la colaboración económica del autor y liquidan beneficios una vez al año). Sin duda esta última opción, aunque respetable, no es la más beneficiosa para el autor.
4.2. Libro electrónico o digital
En esta versión, donde los gastos se reducen considerablemente al no tener que imprimirse ningún ejemplar (basta con adaptar el libro a un formato que permita leerlo en un ebook, táblet o smartphone) el porcentaje oscila entre el 25 y el 50%. Lógicamente se trata de una magnífica opción para el autor, pues le permite obtener grandes beneficios.
Eso sí, presenta una desventaja: en la mayoría de los casos se comercializa exclusivamente de manera online, por lo que pierde mucha visibilidad (a diferencia del libro en papel, que se expone en los escaparates y las mesas de novedades de las librerías, el libro electrónico se mueve fundamentalmente por Internet).
4.3. Edición de bolsillo
Por este tipo de ediciones el porcentaje oscila entre un 5% y un 8%. Pero pocas son las editoriales que hoy en día apuestan por el formato en papel como novedad, y luego hacen una edición de bolsillo, a no ser que seas ya un afamado autor. La razón es que, lamentablemente, los editores suelen apostarlo todo a la primera tirada, y si esta no funciona del todo, ahí acaba la vida del libro.
Asimismo, con la irrupción del libro electrónico, el libro de bolsillo ha perdido muchos adeptos, de ahí que solo se utilice esta versión para títulos de éxito o largo recorrido dentro de las editoriales consideradas grandes.
4.4 Mercado masivo
Una de las salidas para aquellos ejemplares que no se venden (sobre todo largas tiradas de grandes grupos editoriales) es entregárselos a un distribuidor para que los venda a precio de saldo. Esta es la razón por la que en ocasiones vemos grandes títulos a precios muy por debajo de su PVP original (de 18 o 20 euros pasan a costar 7,95 o 5,95 euros).
Normalmente se suelen comercializar en grandes almacenes, librerías de bajo coste y ferias de ocasión, y los autores suelen llevarse no más del 5% de los ingresos.
4.5. Derechos audiovisuales
Dentro de la mayoría de contratos, los editores suelen incluir una cláusula referente a los derechos de autor que corresponden si la obra es llevada al cine o la televisión.
Son muy pocos los autores que lo consiguen, porque en circunstancias normales, la productora cinematográfica o televisiva le pagará al autor una cantidad fija para conseguir los derechos de adaptación de su libro, con el que posteriormente realizarán el guion de la película o serie.
4.6. Audiolibro
Una opción viable y cada vez más demandada por los lectores es la del audiolibro, que no es otra cosa que la adaptación de la obra literaria a formato sonoro. Es decir, el texto es leído en voz alta por un actor o profesional de los medios, y grabado y comercializado por una empresa que puede ser la propia editorial.
En los últimos tiempos esta modalidad está cobrando un gran auge merced a los dispositivos electrónicos, pues permite a las personas escuchar la obra de manera cómoda mientras conduce, hace las labores domésticas o simplemente descansa. En este caso el porcentaje de derechos de autor suele ser similar al de los libros electrónicos, oscilando entre el 25% y el 50%.
5. ¿Cuándo pagará el editor?
Esto depende de cada editor. Algunos derechos de autor se liquidan cada mes, otros cada tres o seis meses, y la mayoría una vez al año. Algunos sellos incluso cuentan con plataformas que permiten consultar las ventas en tiempo real.
Si es usted escritor y ha firmado un contrato de publicación con una editorial, debe saber cuándo le corresponde recibir su pago. En caso de que posea un agente literario (aquel profesional que se encarga de gestionar los contratos y finanzas de los autores), debe ser él quien se ocupe de esta tarea, encargándose posteriormente de abonarle la cantidad correspondiente.
6. Reparto de los beneficios
Cuando un libro pasa a formar parte de los canales de venta y distribución, entran en juego muchos agentes, quienes a la larga determinan los beneficios que recibirá el autor. Entre ellos, sobresalen los distribuidores.
Si es un distribuidor nacional, este cobrará entre el 50% y el 60% del PVP del libro.
¿Por qué su porcentaje es tan alto? Porque los puntos de venta oficiales suelen sacar de ese montante entre un 30% y un 40% de los ingresos, según se trate de una librería pequeña o de una cadena de tiendas tipo El Corte Inglés, FNAC, Amazon o Casa del Libro.
Llegado a este punto, nos queda alrededor del 40%. El siguiente es un nuevo agente, el impresor. Normalmente, este recibe alrededor del 20% del libro impreso, por lo que el editor ya posee solo el otro 10% y el 20% del valor de venta del libro.
Por último, tenemos el porcentaje de derechos de autor. En este caso el escritor se queda con entre un 10% y un 15% (un autor famoso puede incrementar el porcentaje hasta el 20%). Y si el libro es obra de dos o más autores, este se suele dividir.
El resto, normalmente alrededor del 10%, lo recibe el editor. Esto debe cubrir todos los costos necesarios para el proceso de publicación y la logística de distribución antes de que se puedan obtener beneficios comerciales. Por eso hoy día es difícil apostar por el lanzamiento de un nuevo autor sin financiación adicional.
En resumen, en el negocio editorial, unas pocas personas son las que deciden la cantidad de porcentajes de derechos de autor y, en última instancia, la cantidad que se obtiene de la venta de los libros. Y, como podrá observar, al final, las editoriales y los autores son los agentes que obtienen un porcentaje menor de libros vendidos, mientras que los distribuidores, librerías e impresores son los agentes que obtienen un porcentaje mayor.
7. La complejidad del negocio editorial
Al final, tanto editores como autores terminan quedándose con el trozo más pequeño de un pastel cuyos mayores beneficios suelen ir a manos de los intermediarios. Esto recuerda en gran parte a los agricultores, quienes cobran una ínfima parte de la venta de la fruta o la verdura que producen en comparación con los distribuidores y los vendedores finales.
En consecuencia, las editoriales tradicionales deben vender una gran cantidad de libros para no perder dinero, por eso se dan tantos pasos: evaluación, decisión de formato, apuesta de impresión por la distribución nacional…
Por tanto, si tenemos en cuenta todos los procesos que deben afrontar las editoriales para alumbrar cada uno de sus títulos (recepción de obras, correcciones, tipografía, distribución, promoción…) veremos que sus beneficios son más escasos de lo que podíamos pensar.
Pese a todo, si es usted un escritor inexperto, le conviene buscar una editorial que se encargue de todos estos procesos, lo cual no solo repercutirá en la calidad del producto final, sino que le permitirá obtener mejores resultados.
8. Envíe su manuscrito a Alma Mater
Confiamos en que estas líneas le hayan servido para despejar sus dudas acerca de los beneficios que recibirá en caso de publicar su libro con una editorial tradicional.
No obstante, si desea hacernos alguna pregunta, estaremos encantados de responderla.
Asimismo, si posee un manuscrito y desea publicarlo, no dude en enviárnoslo. Una vez revisado por nuestro comité de lectura, y si cumple con nuestros requisitos de edición, comenzaremos a analizarlo al detalle con vistas a ofrecerle una propuesta.
No obstante, para que una editorial se interese por su obra, antes debe pulirla y presentarla del mejor modo posible.
¿Y después? Le sugerimos que confíe en aquellos profesionales a los que le entusiasme su proyecto; esos que puedan brindarle una guía clara y que le acompañen en todo momento.