Una vez concluido el proceso de escritura, todo autor debe enfrentarse a un importante dilema: ¿qué método debo elegir para publicar mi libro?
Las dos fórmulas más habituales son: acudir a un editor profesional o autoeditarlo por mi cuenta. Aunque distintas, ambas son posibilidades interesantes, y como es lógico, cada una de ellas tiene sus ventajas y sus desventajas.
En las siguientes líneas trataremos de establecer las principales diferencias entre la publicación tradicional de libros y la autoedición.
Edición tradicional
El negocio del libro cuenta con dos modelos fundamentales a la hora de publicar. Por un lado tenemos a las grandes editoriales, que abarcan la mayor parte de las novedades que se lanzan cada año. Dichos sellos se concentran en España en tres principales grupos: Penguin Random House, Planeta y Anaya. Qué duda cabe que estas marcas suelen ser casi siempre sinónimo de calidad, si bien suelen brindar pocas oportunidades a los autores que comienzan, pues básicamente buscan el éxito comercial inmediato.
Por otro lado existen las editoriales pequeñas o independientes, que poseen menos presupuesto y fama que los sellos de los grandes grupos, pero que suelen apostar más por los escritores noveles aun sin saber qué les deparará el destino.
Por lo general, los editores tradicionales suelen centrarse en las posibilidades reales que posee la historia, trabajando concienzudamente en cada manuscrito con el único objetivo de llegar al mayor número de lectores posible. A esto hemos de sumarle el nombre y el currículum del autor, los cuales suelen ir aparejados a unas mayores expectativas de venta.
En este artículo trataremos de exponer las principales diferencias entre la autoedición y la publicación tradicional con Alma Mater.
A. Ventajas y desventajas de la versión tradicional
Ventajas:
- El editor asume todo el «riesgo». Es decir, además de correr con los gastos de corrección, maquetación y diseño, se hace cargo de los procedimientos legales previos al lanzamiento del libro así como la promoción del mismo.
- Dicha editorial ofrece servicios completos de edición, comenzando por una lectura profunda del manuscrito (a partir de esta tienen lugar conversaciones con el autor donde se le dan consejos para mejorar algunos aspectos de su obra, se discute el modo de presentarla, etc.), y continuando con el proceso de publicación (maquetación, realización de la portada, etc.). Todo ello por parte de un equipo profesional.
- El alcance del trabajo es mayor.
- El trabajo de publicar resulta mucho más cómodo y sencillo para el autor, ya que recae enteramente sobre un equipo de profesionales, quienes, a su vez, tienen en cuenta todas sus opiniones.
Desventajas:
- Si no es un autor conocido o con una trayectoria relevante en algún campo relacionado con su obra, lo más probable es que la mayoría de sellos importantes no tengan interés en publicar su libro. Por ello lo más recomendable es ajustar la búsqueda para encontrar una editorial que acepte su manuscrito. Por lo general, de inicio suele resultar más sencillo publicar con una editorial pequeña o independiente que con una perteneciente a un gran grupo.
- Dado que su presupuesto y listado de lanzamientos suele cerrarse con entre seis meses y un año de antelación, publicar con una editorial tradicional suele ser un proceso lento que desespera a muchos autores.
- No es ningún secreto que, debido a los porcentajes de derechos por las ventas que corresponden al autor (entre un 8% y un 10%) y a las dificultades que supone promocionar un libro en un mercado cada vez más repleto de novedades editoriales, obtener beneficios resulta complicado.
B. Proceso de producción y creación en ediciones tradicionales.
- Tras revisar concienzudamente su manuscrito, debe enviarlo a la editorial o editoriales elegidas para que un comité de lectura decida si le interesa. Normalmente esta decisión suele dilatarse entre uno y tres meses, por lo que no recomendamos insistir hasta pasado este plazo.
- En caso de estar interesados, los editores se comunicarán con usted para realizarle una oferta de publicación de su obra y firmar el correspondiente contrato.
- El primer paso dentro de proceso de publicación será corregir el trabajo y pulir aquellos aspectos que consideren oportunos, siempre de acuerdo con el autor.
- Una vez listo el texto, es el momento de maquetarlo y de preparar la cubierta, labor de la que se hará cargo un profesional del diseño.
- Mientras tanto, un miembro de la editorial procederá a realizar los trámites legales del libro (código ISBN, depósito legal, etc.).
- Una vez completada la obra, se imprimirá una primera tirada de ejemplares que recaerán en manos de una distribuidora, empresa dedicada a colocar los libros en las librerías y diversas plataformas de venta.
- Por último, será fundamental realizar una campaña de promoción para dar a conocer la obra. Esta suele incluir una presentación en alguna librería, centro cívico o espacio cultural.
- Más allá de la presentación oficial, muchas editoriales suelen organizar firmas posteriores en otras librerías, ferias del libro, etc., siempre con objeto de acercar la obra al mayor número de lectores.
Autoedición:
Este modelo de publicación difiere del anterior en que el autor es el responsable de todo el proceso. O lo que es lo mismo, además de escribir el libro, debe encargarse de su corrección, maquetación, diseño de cubierta, impresión, distribución, promoción y venta. Asimismo, sobre él recae la responsabilidad de iniciar los trámites legales y de correr con todos los gastos. A este respecto es importante resaltar que el autor que se autoedita no paga por publicar su libro, sino por imprimirlo.
Para aquellos escritores que comienzan, la autoedición es una buena opción, pues les permite estar al mando del proyecto durante todo el tiempo; si bien, esta cuenta con una serie de hándicaps que no son sencillos de superar para alguien inexperto. A continuación, expondremos sus ventajas y desventajas.
A. Ventajas y desventajas en la autoedición.
Ventajas:
- Control absoluto sobre la obra y capacidad para decidir el cómo, el cuándo y el cuánto.
- Más allá de la inversión inicial, y al no existir intermediarios, el 100% de los beneficios son para el autor.
Desventajas:
- Para aquellos autores sin experiencia, publicar un libro puede convertirse en una tarea traumática, ya que deberá trabajar aspectos como la corrección, la maquetación o el diseño, así como hacerse cargo de los procedimientos legales previos al lanzamiento del libro.
- Al no contar con conocimientos sobre el oficio, muchos escritores noveles suelen incurrir en errores, lo cual perjudica el acabado final del producto y por tanto disminuyen las posibilidades de éxito. Para evitarlo es preferible dejar el trabajo en manos de profesionales.
- La autoedición requiere de una importante inversión inicial, por lo que, aún obteniendo beneficios, es difícil recuperar el total de los costes.
- Las prisas no son buenas consejeras, especialmente en el negocio editorial. Para publicar una obra de calidad hay que combinar tiempo y madurez, algo que suele escasear en el mundo de la autoedición.
- Si no posee un nombre o una trayectoria literaria relevante, resulta muy complicado vender un libro, máxime si este procede de la autoedición.
- Conviene recordar que el autor que se autoedita no paga por publicar su libro, sino por imprimirlo.
- Al ser relativamente sencillo publicar hoy en día, la competencia es cada vez mayor, y por tanto las posibilidades de éxito disminuyen.
- La mayoría de libros autoeditados no cuentan con código ISBN, equivalente a la matrícula de un vehículo, el cual es un requisito indispensable para que se pueda vender en las librerías y los grandes almacenes.
B. El proceso creativo de la autoedición.
- El primer paso es escribir el libro.
- Luego es necesario pulir el manuscrito hasta comprobar que no contiene errores ortográficos y gramaticales.
- El tercer paso es decidir si publica por su cuenta, acude a una plataforma digital de las muchas que pueblan Internet u opta por una empresa de autoedición.
- Comienza el proceso de publicación, que incluye la corrección, la maquetación y el diseño de la cubierta.
- Se imprimen los ejemplares.
- Finalmente es imprescindible promocionar la obra para llegar a los lectores y obtener beneficios.
Diferencias entre la publicación tradicional y la autoedición:
No son pocas las diferencias existentes entre la publicación tradicional y la autoedición. En las siguientes líneas trataremos de exponer los diferentes servicios ofrecidos por ambos modelos. De este modo podrá tener una visión completa de las posibilidades que estos le ofrecen.
Plazos:
Publicar un libro lleva su tiempo, y en las editoriales tradicionales el calendario de lanzamientos suele marcarlo el presupuesto y la estrategia de comercialización de determinados títulos. Antes que nada, todo manuscrito debe pasar un filtro de calidad, el cual llevan a cabo uno o varios miembros del equipo editorial. Si es aceptada la obra, deberá definirse una fecha para su publicación en función de las posibilidades económicas, época del año, etc. y firmar el contrato. En algunos casos esto conlleva que el libro no vea la luz hasta transcurridos uno o dos años desde la recepción del manuscrito.
En el negocio de la autoedición, los plazos cambian completamente, pudiendo contratarse los servicios editoriales de inmediato y realizándose el proceso completo en unos 2 o 3 meses (este incluye corrección, composición tipográfica e impresión). Asimismo, la mayor parte de las empresas de autoedición pueden adaptar sus plazos a requerimiento del autor.
En consecuencia, cuando tengas que elegir entre la publicación tradicional y la autoedición, es importante tener en cuenta el calendario que deseamos aplicar a nuestro libro.
Regalías:
También conocidas como «royalties», las regalías son el porcentaje que recibe el autor en función de la venta de ejemplares de su obra, el cual viene recogido en el contrato de las editoriales tradicionales. Este suele oscilar entre el 8% y el 10% del PVP de los libros vendidos, y va a parar al autor una vez al año, cuando el editor realiza las pertinentes liquidaciones con las librerías. Por lo general, los contratos suelen durar entre 3 y 8 años, dependiendo de la editorial.
En el caso de la autoedición, el autor conservará todos los derechos de autor y obtendrá el 100% de las regalías, salvo que haya firmado un contrato con una distribuidora, la cual suele llevarse alrededor de un 60% de los beneficios.
PVP:
Una de las decisiones que pueden marcar el futuro de un libro es su PVP (Precio de Venta al Público). Muchos libros no alcanzan sus objetivos por venderse demasiado caros, mientras que con otros resulta imposible recuperar la inversión inicial por comercializarse por debajo de su precio.
En el caso de la edición tradicional, el PVP lodetermina el editor, mientras que si se trata de una autoedición, será el autor quien lo elija.
Distribución:
Más allá de la calidad que posea el texto, de la factura de su diseño o del acabado de impresión, gran parte de las posibilidades de éxito de un libro dependen de su distribución. Y es que una buena colocación de los ejemplares en las librerías, las plataformas o los grandes almacenes resulta fundamental para hacerlo visible.
Al optar por el modelo tradicional, será el editor quien decida la cantidad de ejemplares que se lanzan y qué distribuidor los moverá por el territorio nacional y/o internacional.
En el caso de la autoedición, si el autor firma un contrato que incluya la distribución, el editor gestionará el proceso de acuerdo con los requerimientos de este, pudiendo decidir asimismo las características de la impresión, los lugares donde potenciar la venta, etc.
Corrección:
En toda editorial tradicional, el primer paso para la publicación de un libro es la corrección. Esta suele llevarla a cabo un experto en la materia, quien dejará el manuscrito lo suficientemente pulido como paso previo a la maquetación.
En caso de que el autor opte por autoeditar su obra, deberá encargarse él mismo de corregirla, o de acudir a otra persona que lo haga.
Este es uno de los aspectos que suele distinguir la autoedición de la publicación tradicional, ya que una apariencia profesional y la ausencia de errores ortográficos influyen decisivamente en las ventas posteriores de la obra. De ahí que, aunque el autor decida publicar por su cuenta, siempre es recomendable acudir a un profesional que realice una corrección de calidad.
Toma de decisiones:
Una de las mejores ventajas a la hora de decidirse por publicar con un editorial de las llamadas «tradicionales», es que el autor puede relajarse y dejar su libro en manos de profesionales. En ese caso será el editor quien tome la mayoría de decisiones, aunque consultando al autor durante todo el proceso.
Por el contrario, en la autoedición es el autor quien decide en todo momento, pudiendo pedir la colaboración del editor en virtud de sus necesidades, siempre que opte por una empresa dedicada a estos servicios.
Autopublicación vs autoedición
A menudo solemos utilizar indistintamente estos dos términos para diferenciar la publicación tradicional de aquella en la que el autor es el responsable de todo el proceso, si bien ambos no significan lo mismo.
Autopublicación
Si «publicar» es la acción mediante la cual una persona hace notoria una noticia, sentencia, secreto, etc., o difunde por medio de la imprenta o de otro procedimiento un escrito, estampa, etc., la autopublicación sería la fórmula mediante la cual dicho individuo da a conocer algo por cualquier medio y sin la intervención de nadie. Es decir, no existe proceso que controle o cuide el resultado, careciendo a su vez de código ISBN, depósito legal, etc., y no pudiendo venderse en las librerías.
Autoedición
En cambio, si «editar» es la acción de publicar por medio de la imprenta u otros procedimientos una obra, periódico, etc., pagar y administrar una publicación, y/o adaptar un texto a las normas de estilo de una publicación, en el negocio del libro la autoedición sería la acción mediante la cual una persona paga a unos profesionales para que editen su obra. O lo que es lo mismo, al realizar el proceso, cuenta con el asesoramiento de profesionales que velan por la calidad final de la misma, contando con su correspondiente ISBN, depósito legal, etc., y pudiendo venderse en las librerías.
Dicho lo cual, si somos estrictos a la hora de utilizar ambos términos, el autor que publica un libro por su cuenta está autopublicando, mientras que aquel que acude a una empresa que ofrece servicios editoriales está autoeditando.